HEMEROTECA
01/04/2020
01.04.2020 Durante los periodos de confinamiento de cualquier naturaleza se hace necesario implantar unas correctas actuaciones de gestión de alimentos que tengan como objetivo alargar la disponibilidad de productos sin que la cantidad almacenada motive despilfarro de alimentos. Sin duda, estos días se maneja mayor cantidad de comida, teniendo en cuenta que probablemente se multiplicará el número de comidas y comensales, intentando además distanciar las salidas a la compra.
Por otra parte, la especial circunstancia sanitaria en la que nos encontramos obliga a extremar las condiciones de seguridad e higiene también en los lugares de compra, con el objeto de prevenir posibles infecciones. Estos son los consejos que ofrece el Instituto Silestone.
Planificar la compra
- Programar los menús con suficiente antelación, realizando a continuación una detallada lista de la compra.
- Si no se dispone de una despensa, crear un fondo con alimentos de larga duración, como legumbres secas, pasta y arroz, pero también botes de conservas o leche en polvo… pero sin caer nunca en el acaparamiento.
En el supermercado
- Al acudir al centro, evitar horas punta e intentar mantener una distancia de seguridad de al menos un metro con los demás clientes. Desde luego, no si se tiene algún síntoma que haga sospechar de estar contagiados.
- Llevar las propias bolsas de la compra de tela, evitando utilizar carritos y cestas del supermercado.
- No hablar encima de los alimentos (¡y, por supuesto, toser o estornudar!). Éstos no los reproducen, pero podrían convertirse en soporte material del virus.
- No tocar los alimentos sin guantes de usar y tirar.
- Hacer la compra habitual incluyendo productos frescos. Los congelados tanto, industriales como realizados en casa en condiciones de higiene, son una excelente opción en estos casos.
- Pagar con tarjeta mejor que en metálico para evitar tocar billetes y monedas.
En casa
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- Una vez en casa, depositar las bolsas en el suelo, lavarse las manos y colocar los alimentos en su lugar de conservación, poniendo los más antiguos delante. Aprovechar para revisar las fechas de caducidad o consumo preferente.
- Lavar las bolsas utilizadas en la lavadora en un programa de agua caliente.
- A la hora de cocinar, respetar las habituales prácticas de buena manipulación de alimentos.
- Echar mano de las tradicionales recetas de aprovechamiento para evitar a toda costa el despilfarro alimentario.
*Para más información: www.silestoneinstitute.com / www.cosentino.com
