HEMEROTECA
15/03/2016
AEIM celebró el pasado jueves la Jornada de Interés para el Sector 2016, con intervenciones de, entre otros ponentes, Jorge Sicilia, director de BBVA Research.
Jorge Sicilia, economista jefe del Grupo BBVA y director de BBVA Research, auguró a España un posible crecimiento de hasta el 2,7% en su economía, aunque las circunstancias del entorno mundial podrían hacer que crezcamos menos. Según el analista financiero, el resto del mundo no crecerá mucho más, debido a las tensiones financieras y la incertidumbre, semejantes a las vividas durante la crisis del euro, en 2011. España crece, de nuevo, por encima de la media. Bien es cierto que venimos de muy abajo, y también es cierto que otros países en parecidas circunstancias no lo están consiguiendo.
Nuestra recuperación comenzó gracias a la demanda externa. Es un crecimiento sano -opina Jorge Sicilia-, que ahora se complementa con cierta demanda interna, gracias al crecimiento del empleo. A todo ello se unen circunstancias favorables en el mercado: el bajo precio del petróleo, una política monetaria expansiva (tipos de interés bajos), una política fiscal expansiva (no restrictiva) y cierto crecimiento en el resto de Europa. Las dudas surgen, según el ponente, por la incertidumbre política. Y por otros motivos de índole internacional; entre otros:
– En Europa crecen tres grietas inquietantes: la evolución política y económica en los países periféricos, la permanencia o salida del Reino Unido de la unión monetaria y, por supuesto, la migración este-oeste.
– ¿Realizará la economía china un aterrizaje suave?
– ¿Está frenando la economía de Estados Unidos en 2016?
En conclusión, vivimos un crecimiento anémico que no se animará sólo con la política monetaria –concluyó Jorge Sicilia-. Occidente acepta una desaceleración, pero teme una nueva recesión.
Futuro de la protección de la madera
Día a día se consolidan en Europa una serie de políticas muy claras, sobre la economía circular y la bioeconomía, que favorecen a las materias primas renovables, especialmente la madera, que se sitúa en primera línea de batalla.
No obstante, estas políticas también advierten que el carácter renovable y el uso eficaz y durable de las soluciones constructivas han de estar fuera de toda duda. Es decir, si se quiere realmente que la madera tenga el mercado que, aparentemente, podría llegar a tener gracias a sus valores medioambientales, es obligatorio que lo que se construya sea durable (que cumpla con los requisitos de durabilidad exigidos) y, en segundo lugar, que la cantidad de productos químicos que incorpore la madera sea la mínima imprescindible.
Y es que estas grandes políticas de economía circular y la bioeconomía hacen mucho hincapié en la reutilización de los residuos. Cuando un residuo porta ingredientes químicos ya no es un resto de madera reutilizable, sino que se trata de un residuo especial que ha de ser tratado por agentes especializados. Esto es, no se puede reintroducir en la cadena productiva.
La madera tiene unas posibilidades de mercado increíbles, si hacemos las cosas bien y acompañamos a esta política global que ha trazado la Unión Europea, opina Juan Ignacio Fernández-Golfín, director del Centro de Investigación Forestal (CIFOR) en INIA. El mercado va a demandar bioproductos y va a implantar una economía circular. En este escenario, la madera es un material ideal, pero hemos de centrarnos en la correcta selección de las especies y en un diseño exquisito, más que en su protección química, para preservar y alargar su durabilidad.
La celebración de la jornada contó con la colaboración de American Softwoods, STTC (Sustainable Tropical Timber Coalition), la Embajada de Canadá, AHEC y Milesi (barnices para la madera).
* Para más información: www.aeim.org
